Antoni y Dolors, 50 años de amor

Antoni y Dolors ya no están. 50 años de amor. ¿Quién eres tú para llevártelos?

Buenos días amigos, arranca la primavera prendida de una luz amarga este año, llega llorona, gris, con lluvia, quizá porque al cielo también le duele lo sucedido en Túnez…

A pesar de eso, hoy escribo un post de condena, pero que quiere también rendir un homenaje al amor. Ese amor del que hablamos tantas veces en este blog: el amor cotidiano, generoso y prolongado que han vivido y viven nuestros padres, nuestros mayores y más concretamente, de un amor sin barreras del tiempo, que se ha visto saqueado y ejecutado.

¿Quién eres tú para llevártelos?

Antonio Cirera Pérez, de 75 años, y Dolores Sánchez Rami, de 73, decidieron juntar sus vidas hace 50 años, justo cuando yo vi la luz por primera vez.

 ¿Quién eres tú para llevártelos?

Cierto es que yo no tenía el gusto de conocerles, ni a ellos ni al resto de inocentes personas que paseaban sus vidas por Túnez pero, ¿no has pensado que podías haber sido tú? ¿Qué podía haberle tocado a tu padre o el mío?

He leído estos días sobre Antoni y Dolors. Personas sencillas con vidas discretas. Gente afable como cualquiera de las que nos encontramos al salir de casa, del bloque, en el supermercado o el bar, y que te regalan sus buenos días.

La imaginación me lleva a la década de los 60 donde mis padres, por ejemplo, luchaban por tener un techo donde alumbrar unos hijos con las dificultades de la época.

Pienso que Antoni y Dolors se daban entonces el “Sí, quiero”, preludio de una vida plena, dilatada de amor y respeto que unos indeseables decidieron sesgar violentamente.

En demasiadas ocasiones sólo cuando pasan estas terribles tragedias nos damos cuenta de que el vecino de al lado existe. Que tiene una biografía, una historia, un particular.

Siempre he pensado que el resto es y se halla con más fuerza si les pensamos, si no les suponemos, estamos engullidos en nuestra vida hasta que de repente viene uno y decide arrebatarles la suya. Y les pregunto una y otra vez, como supongo lo haces tú, a esos desalmados: ¿Quién eres tú para llevártelos?

A mi madre no le gustaban los viajes demasiado. Ella siempre decía: «¿Y si te pasa algo?». Cada vez que yo me he embarcado en un viaje largo fuera de España, ella tenía el corazón en un puño. Esa generación vivió una parte de su vida con miedos.

Una generación sufrida, una prole muy trabajada que ha vivido con esfuerzos y estrecheces, pero sobrada de valores, esos que hoy la sociedad economiza.

¿Quién eres tú para llevártelos? Vamos, di. ¿Qué tendría que hacer yo si hubiese sido ella, la mía, y no Dolors, la que iba en ese viaje con la ilusión con la que ella emprendió esa travesía?

Cabalgan por mi mente los más atroces pensamientos así que mejor me callo. Sí, mejor me tapo la boca con la mano antes de alzarla.

Queridos Antoni y Dolors no quiero olvidarme de vosotros nunca ni de esos compañeros de viaje que encontrasteis ese día ni tampoco de los muchos que ya llegaron antes que vosotros.

Tal vez mañana igualmente tropiecen conmigo, con Manuel, con Lucía, Rocio, quién sabe…

Antoni y Dolors, vida plena, 50 años de amor.

Mi condena más fuerte a quienes se creen dioses en la tierra con el poder de decidir cuando acaba la vida de otros seres humanos, sólo para buscar miserable notoriedad a sus causas.

Mi abrazo a los que aquí se quedaron. Mi abrazo a su familia y amigos.

Mi humilde aportación a la esperanza; somos más y mejores.

@RemediosMalaga