Carmen Lomana entrevista ‘Selfieview’

Feliz lunes 🙂 Último mes del año y también última entrevista Selfieview de 2014.

Con Carmen Lomana ya tenía ganas de encontrarme. He de confesaros que no la conocía, tan solo un par de ocasiones de saludarnos en algún evento ocasionalmente o una sonrisa de lejos en una cena, pero siempre me había caído bien.

No tengo que haceros mucha presentación de Carmen, mujer conocida de sobra por todos a través de los medios de comunicación. Mujer inquieta, activa y que va de la mano con los tiempos. Me encuentro en Madrid con mi padre, ya sabéis que en ocasiones desde que mi madre se marchó le llevo conmigo a algunos de mis viajes, a él le encanta.

En el hotel ya se ha metido a todos en el bolsillo y dice que le gusta dormir aquí porque se siente en casa. Es lo que tienen algunos hoteles de Madrid, que te hacen sentir hogar por eso siempre volvemos al Hotel Suites Barrio de Salamanca desde donde salimos caminando hacia la casa de Carmen.

Le digo a mi padre que mientras quedo a tomar un té con ella de un paseo por la zona que es muy agradable ya que si sube conmigo la va a revolucionar con sus cosas 🙂 y tenemos que hacer una entrevista.

Al llegar, una persona amable que trabaja en su casa me recibe y me lleva a un gran salón, un salón de esos de cuentos, de esos que mi madre diría “pá correr caballos” Me siento y la espero unos minutos hasta que aparece con su gran sonrisa y su melena rubia. Nos hacemos cuatro fotos y enseguida me cuenta todo esto para vosotros.

R.C.: Carmen Lomana, tu web da la bienvenida con esta frase: “No llores el pasado y disfruta cada minuto. La vida es un regalo”. ¿Qué no te ha regalado a fecha de hoy la vida?

C.L.: Ese lema, que es el leitmotiv de mi vida, casi nunca me quejo de nada aunque pudiera quejarme de muchas cosas que me han pasado. No me ha regalado la vida una familia, unos hijos y un marido al que adoraba que se mató en un accidente de coche, un hijo que perdí y bueno… por diferentes motivos ya no pude tener más. Entonces, claro, cuando a veces me dicen: Carmen, es que tú… con la gente que te envidia… y yo digo; ¿la gente que me envidia? Yo no tengo nada envidiable.

Envidiable es tener unos hijos, una familia, para mí que me encantan los niños. Tengo, claro, otras cosas que me ha dado la vida. La vida te quita, te da… es así ¿no?

R.C.: ¿Cómo cambió tu vida cuando, desgraciadamente, te convertiste tan joven en una mujer viuda?

C.L.: Fue horroroso. Además, al ser algo tan violento como es morir en un accidente de coche… Pues mi vida de momento se paralizó para mí ya no tenía ningún sentido. No tenía ningunas ganas de vivir, y yo que soy el optimismo con patas, porque soy una mujer que me como la vida y muy optimista, siempre veo el vaso medio lleno, pues en ese momento caí en un hoyo y empecé a pisar fondo.

Hasta que me di cuenta que la vida merecía la pena vivirla. Pedí ayuda, lo hicieron con un tratamiento porque al final una gran depresión es una falta de melatonina en el cerebro que hace que los neurotransmisores no funcionen bien. Efectivamente conseguí superarlo con mucha fuerza de voluntad. Ser feliz es una cuestión de voluntad, de querer serlo, de decir ”la vida no va a poder conmigo”.

Otro de mis lemas es RESISTIRÉ, de hecho resisto, porque el haber sufrido mucho te da una fortaleza tan enorme que luego ya no tienes miedo a casi nada.

R.C.: Una de mis preguntas era esta, ¿Te habría gustado tener hijos? Aunque ya está prácticamente contestada en la anterior.

C.L.: Muchísimo, me habría encantado. Cuando nos casamos Guillermo y yo, jovencísimos y muy enamorados, los dos queríamos tener una familia y además en eso yo era muy generosa, porque pensaba; “los que Dios quiera”. Luego probablemente no hubiera sido así, a lo mejor al tercero o el cuarto hubiese parado, pero esa era mi actitud, la de tener una gran familia. Dios y la vida, no lo han querido así pero me ha compensado dándome el cariño de tantos amigos, de tanta gente que me sigue ahora, que me parece un regalo de la vida. Sobre todo muchísima gente joven que eso es lo que me extraña más, por qué tengo tantos seguidores jóvenes.

R.C.: Creo que porque eres una mujer que cae bien, yo te hablo como persona de la calle que lo ve desde fuera. Yo no te conocía y te veía como te puede ver cualquiera, pero había empatía, me caías bien. Me parecías y me pareces una mujer interesante. Detrás de ese escaparate que muchas veces tenemos y que normalmente no tiene nada que ver con nosotros.

R.C.: ¿Dónde crees que hay más crisis, si la hay, al superar la barrera de los 50 o la de los 60?

C.L.: Es mutuo eso que dices, a mí también me caías bien, Remedios. Contestando a tu pregunta te diré que yo realmente nunca he tenido crisis de años, yo no sé si soy un poco inconsciente… Será porque siempre he tenido muchísimas cosas que hacer, una vida muy llena, una vida de superación también ¿no? Aunque la vida me ha dado muchas cosas pero nunca he tenido una crisis de decir “qué horror, que me estoy haciendo vieja…” será porque yo no creo en la vejez, yo creo que la edad es una circunstancia y no he tenido tiempo para envejecer, ni para pensarlo.

Como yo me veo bien, me veo bien en mi piel, el tiempo ha ido pasando y creo que eso es lo importante. Hay mujeres bellísimas con 30 años que están todo el día quejándose y eso es porque no están bien en su piel y al final es lo que transmiten. Yo creo que hay que estar contento con lo que se tiene y ojalá sigamos cumpliendo muchísimos años con la cabeza muy bien y sobre todo con la experiencia que te da la vida.

Yo en muchas cosas me considero mucho más atractiva ahora que cuando tenía 20 o 25.

R.C.: ¿Qué opinión tienes del partido político Podemos?

C.L.: A mí me gusta mucho la política, soy una mujer muy comprometida con el momento que me toca vivir. Me encantaría decir que Podemos va a ser la maravilla para España pero no, no puedo soportar un nuevo partido con gente joven, que se supone que tiene que ser gente progresista, liberal, con nuevas ideas, y que estén hablando de temas que me dan la sensación se han quedado anclados en el 36, es decir, eso de las dos Españas y del resentimiento… es que no lo soporto, no quiero políticos así, así llevamos mucho tiempo. Quiero políticos con imaginación, modernos, cultos, que sepan hablar idiomas, que tengan una buena formación política, que sean buenos parlamentarios, eso quiero, no panfletos. De panfletos estoy harta.

R.C.: ¿Cómo te cuidas realmente en tu día a día? Confiésame algo de ello que nunca hayas dicho.

C.L.: No tengo muchos secretos. Duermo poco, porque por la noche cuando estoy en casa, cuando llego de cualquier sitio es el tiempo que tengo para mí, para que no me molesten, para que no me llamen por teléfono, para enredar en twitter, para leer, para mis cosas, para escribir mi crónica de La Razón. No tengo muchos secretos. Como bien, tampoco una barbaridad, pero como bien. Lo que no he hecho nunca es tirarme a matar. No bebo alcohol que eso no sé si es un secreto, y fumo, no mucho pero soy fumadora social.

R.C.: ¿Cuántas veces se ha reinventado Carmen Lomana?

C.L.: Pues muchas, continuamente te tienes que reinventar precisamente para que la vida no te arrastre y no se te lleve por delante. Uno no puede quedarse colgado ni en un momento, ni en una época ni quedarse colgado de la melancolía. Uno tiene que seguir, seguir adelante y, además, siendo una mujer o un hombre actual, que sabe estar en el momento que le toca vivir. No soporto esta gente que dice: “cualquier tiempo pasado fue mejor”. No, cualquier tiempo pasado es pasado y aquí tenemos que vivir el presente y el futuro es hoy, es esto que hacemos tú y yo ahora.

R.C.: Explícanos qué es una mujer 11.

C.L.: (Risas) A parte de ser el título de mi libro, los diez mandamientos de la mujer 11 es que ya es superlativa, ya es más de que diez, por encima de la belleza, de la fachada. La elegancia es que tiene que ser culta, tiene que ser una mujer inquieta, una mujer que tenga criterio, que tenga su propia opinión y no la opinión del hombre del que está colgada en ese momento.

R.C.: Muchas de las mujeres que leerán esta entrevista pueden pensar que lo tienes fácil, porque ellas lo tienen difícil. ¿Qué les dirías para que te vean de igual a igual?

C.L.: La gente está muy equivocada. Se han hecho una idea mía de que vivo un poco entre algodones, de que tengo mucho dinero… Un poco lo que han querido proyectar los medios. Para empezar tener más o menos dinero te puede ayudar a tener una vida más o menos confortable pero no a tenerlo fácil porque la felicidad, la tristeza o la angustia la lleva uno dentro y eso no tiene nada que ver con tener sino con ser. Todos pensamos en muchos momentos que la vida es injusta con nosotros, que si fuésemos fulanita o menganito nuestra vida sería más fácil, más feliz… y no, seguramente muchas personas que nos creemos que son tremendamente felices y que lo tienen todo no lo tienen, y lo estamos viendo continuamente. Lo que si les diría es que procuren ser felices y ver la cantidad de cosas buenas que tienen que seguro que las tienen. Que vean siempre las cosas y la parte buena de la vida.

R.C.: Estamos en el mes de la Navidad, la familia ¿eres de las personas que no le gusta la Navidad?

C.L.: Me encanta la Navidad la vivo con todas sus tradiciones y decoro mi casa preciosa…

R.C.: Dos recomendaciones de estilismo para Nochebuena.

C.L.: Debe ser un estilismo para el día 24, cómodo, acogedor. Me gusta el punto o una bonita falda con un suéter y si puede ser en verde, rojo o dorado… con un toque navideño.

R.C.: ¿Podemos saber dónde sueles pasar esa noche tan señalada?

C.L.: Normalmente en familia el día 24 y 25 y luego desaparezco a un sito tranquilo. Adoro Marbella, mi casa allí, mis flores mi “montaña mágica” que arropa Marbella.

R.C.: Un deseo para 2015.

C.L.: Mi deseo para 2015 salud. Salud y meter a todos los corruptos en la cárcel pero antes devolviendo el dinero a donde se lo llevaron.

R.C.: Un consejo para la vida.

C.L.: Pues no quejarse. Mira, yo la letanía esta… A veces me da miedo preguntarle a alguien ¿Cómo estás? Y eso de que te empiecen a contar: “Pues me duele aquí, allá…» «Mira, te he dicho solo que cómo estás”. Yo procuro no aburrir a la gente contándole penas, procuro decirles lo bien que estoy. Es cierto que está muy bien tener una amiga o dos que hagan de psicoanalista y que de vez en cuando, cuando no puedes más quedes con ellas y les cuentes tus problemas como ellas lo hacen contigo. Pero eso no quiere decir que seas una persona quejica. No aguanto a los quejicas. Cada día valoro más la bondad y la fortaleza.

Después de esta conversación se reafirma la impresión que tenía de Carmen. Ella decía desconocer porqué cae bien. Creo que la clave está en que gusta la gente con personalidad, que vive como siente, que dice lo que piensa. La moda que nunca pasa es la autenticidad. Como auténtica es la pulsera de @miorsempiterno para @50Remedios que le regalo por la entrevista.

¿Con que frase os quedáis de todas las que nos ha dicho Carmen Lomana?

Espero respuestas 🙂 Feliz semana.

Remedios

@RemediosMalaga