Estoy asistiendo entre la sorpresa y la inquietud a un fenómeno preocupante en las redes sociales respecto a ciertas series de televisión o películas.
Más allá obviamente de la libertad que tenemos todos a expresar nuestra opinión, crítica o comentario sobre una obra expuesta al público. Se desprende una cierta tendencia “censora” que me preocupa.
La serie “Lo que escondían sus ojos” basada en la Novela de mi admirada Nieves Herrero es una de las que con más insistencia está recibiendo este tipo de “reflexiones”, por llamarlas de algún modo.
No se quedó atrás la mini serie “El Padre de Caín” basada en una novela sobre la vida de Guardia Civiles en el País Vasco durante la época más dura de actividad terrorista.
Insisto en que mis consideraciones nada tienen que ver con criticar las opiniones subjetivas sobre cualquier obra de ficción, sino con quienes confunden la ficción con un documental y con aquellos que utilizan expresiones como “hay que conseguir que la quiten” o llegando incluso a promover recogidas de firmas para ese fin en el caso de “Lo que escondían sus ojos”.
Entiendo que la mirada de cualquier creador sobre un hecho concreto, guste más o menos, forma parte de su libertad. Entiendo que querer condicionar lo que “se puede o no contar” o lo cómo “se tiene que contar” forma parte de una época felizmente lejana donde se practicaba algo reprobable. La Censura.
Porque a esas personas que piden tachar y reescribir lo que su creador propone les podríamos decir que, lo que escondían sus tuits y comentarios es pedir que haya nuevos censores.
También fue protagonista en las redes la última película de Fernando Trueba “La Reina de España”. Con la diferencia de que ahí se estaba cuestionando al director por unas declaraciones y porque tenía subvención pública.
En el caso de “Lo que escondían sus ojos” y “El padre de Caín” son dos producciones de una televisión privada que bajo su criterio apostaron por estos productos de ficción.
En todas las situaciones me parece desproporcionado y como dije al principio, inquietante, que algunas personas pretendan coaccionar al creador de una historia y dañen colateralmente el trabajo de actores, técnicos, guionistas…
Se puede criticar con dureza, se puede opinar, se puede cambiar de canal, se puede polemizar sobre cualquier contenido. Esa es la libertad de expresión que yo también defiendo. Lo que entiendo peligroso es cuando se cruza la línea de querer suprimir o condicionar la libertad del otro.
Libros, canciones, obras de teatro, películas o series de televisión expuestas con libertad. No nos gustarán todas, nos producirán rechazo algunas, otras nos resultarán interesantes o geniales… Así ha sido siempre. Excepto cuando algunos decidían qué libros podíamos leer, qué letras de canciones escuchar, qué obras se podían representar, que historias se podían llevar al cine o la televisión y cuales no.
Feliz semana.
Buenas tardes estimada. La libertad de expresión es libre, pero que sea respetada al 50%. La que expone y acusa. De todas maneras la gente se tapa mucho por las redes sociales y opinan porque no son capaces de dar la cqra. Al que no le gusten las series, que cambien de canal y si es leido que no compren el libro y se dejen de tocar las narices.
Totalmente de acuerdo, Ángel.
Hola Remedios!!!
Totalmente de acuerdo contigo. Cada uno tiene la libertad de ver una serie o película, pero siempre con respeto.
Yo por ejemplo, me leí el libro de Nieves Herrero, la serie me está gustando mucho, aunque se asemeja bastante al guión ,la caracterización de los personajes no me cuadra mucho. Pero ahí está mi opción de seguir viéndola o no, que por cierto la sigo viendo.
Un besazo muy grande y espero verte estas Navidades!!! Muack!!!