🙂 🙂 ¿Qué tal estáis cuando empieza la última semana de febrero? El mes más chico de los 12 hijos que tiene el año. Quizá por ser el más pequeño, el que nos sirve de transición del invierno a la primavera y ser el mes del mes del amor… le tengo especial afecto a febrero. Lo despido confesando que soy afortunada, entre otras cosas, por tener la oportunidad de compartir desde aquí mis inquietudes, mis defectos, mis alegrías, mis consejos y sobre todo mis buenos deseos cada lunes con vosotros.
Dicen que una de las claves para sentirse bien es tener la “panza” bien alimentada, y es verdad, pero ¡ojo! he dicho bien alimentada, no bien llena. Alimentarnos es necesario, la comida también es un placer. Nos hace felices. De eso os quiero hablar hoy, de la alimentación, más concretamente de la mía ya que muchas de vosotras me preguntáis por mail y por mensajes en este vuestro blog sobre cuál es mi secreto, mi dieta, mi “remedio” para mantenerme, como generosamente me decís, con “buena figura”.
Sé que puede parecer un tópico decir que como de todo, que no voy por la vida “esclava” de las dietas. “Sí, sí, claro y yo, me lo tengo que creer” – pensaréis- En el fondo tenéis razón, algunos cuidados y trucos tengo, pero mi método os aseguro que no supone ningún sacrificio, que es tal y como os voy a contar.
Siempre fui una niña que de pequeña comía muy mal. Mi madre tenía conmigo continuas batallas campales a la hora de la comida, nunca quería comer lo que ella guisaba y siempre me dijo una gran verdad; – “Algún día te darás cuenta que lo que hoy no te gusta mañana te encantará”- Qué ciertas y sabias palabras las suyas. Te quiero mamá, por todo lo que me enseñaste y me diste. En mi casa siempre, cada día había guiso de cuchara, de cualquier tipo, pero comida de caliente, yo entonces la odiaba. Hoy la adoro y no puedo pasar sin ella 🙂
Aún recuerdo el día en que no quería comer el que hoy es mi plato preferido, “El puchero de mi madre” y me fui al colegio con los fideos adornando el pecho de la camisa escolar. Y es que yo me dedicaba a hacer ¡bolas en la boca! y claro, al no tragar, los fideos salían y me los derramó la pobre encima. Como castigo no me puso otra blusa y así me fui al colegio. Colorada de vergüenza como podéis suponer.
Bolas con la comida en la boca. ¡¡Madre mía!! ¿Quién no ha hecho esas bolas de un lado a otro mientras su madre le decía: – ¡¡¡Traga!!! y nosotros sin tragar :):):):) ¡Qué tiempos!. Volviendo al tema. Me pasé media vida hasta los 20 años alimentándome a base de patatas fritas con huevos y leche, muchísima leche, litros, una ruina para la casa y claro así crecí que parecía un espárrago. Hasta que un día descubrí que la cuchara, era mí aliada, ese cubierto que tanto odiaba de pequeña hoy forma parte diaria de mi vida.
Así arranca en lo que alimentación se refiere mi vida cotidiana. En uno de mis anteriores post os comentaba que lo primero que hago cada mañana es tomar dos vasos o al menos uno de agua nada más abrir los ojos y es lo que os recomiendo. Mis hermanas últimamente lo hacen con agua templada y limón pero yo sigo con el agua.
Luego es fundamental el desayuno, a mí no me puede faltar el zumo de naranja, un buen café (es el único que tomo ya al día) y mis tostadas de pan, preferiblemente de cereales rociado con aceite de oliva virgen, con todo eso ya salgo al mundo con el impulso que necesito cada mañana. Pura energía de lo más natural. Tomo mucha agua durante el día. Eso lo tengo como una rutina. Es cierto que luego estamos todo el día visitando el wc pero ahí precisamente está el truco que nos interesa, ir destilando y que nuestros riñones filtren.
Últimamente, desde hace un año, tomo una cápsula de Soja ya que tenemos que ir preparando nuestro cuerpo para lo que se nos avecina; la peri-menopausia con la que estaremos coqueteando un año más o menos y que luego nos trae a esa “supuesta” enemiga a la que no debemos tener ningún miedo; La menopausia . A ella le dedicaremos un post.
Me encanta tener tiempo para dedicarlo un día al menos a la semana para guisar, es cierto que antes también lo odiaba pero ya llevo mucho tiempo metida en los fogones y preparando mis platos para la semana. El trabajo en ocasiones no permite poder dedicarle las horas y cuidado que necesitan ciertos guisos, pero procuro encontrarlos, aunque tenga que dejar la mayoría del “trabajo” hecho por la noche. Por fin he aprendido a hacer el “Puchero de mi madre”, es cierto que no es igual, pero modestia aparte cada vez me sale más bueno. Ese mismo puchero que odiaba hoy en día no puedo pasar sin él (por cierto, mi cuñado Cristobal lo hace de maravilla). El puchero, el Gazpachuelo (aun no he conseguido hacerlo ya que hay que tener mucha mano para que no se corte) , las lentejas, los fideos en amarillo, la Berza de verduras… son platos de cuchara maravillosos de nuestra cocina mediterránea. Sanos, nutritivos, reconstituyentes y que se pueden hacer sin grasas. Hay que quitar ese absurdo tópico (seguramente por parte de algunos vendedores de productos light) de que los platos tradicionales, los de cuchara, son incompatibles con una dieta sana y equilibrada.
Los platos cocinados, con sus tiempos y sus ingredientes tradicionales son lo mejor para llevar una buena dieta. ¿O están equivocadas todas las generaciones anteriores? ¿Acaso no estaban más sanos nuestros mayores? Eso sí. Cuando tomemos estos guisos, os recomiendo, como hago yo, no tomar ningún segundo plato. Te llenan bastante, te alimentan y son un placer para el paladar. ¿Qué más se puede pedir?. Otra de mis costumbres o de mis “trucos” es que no acostumbro a comer frutas detrás de las comidas. Las tomo a horas sueltas a media mañana o a media tarde. De lo que no me privo, de vez en cuando, es de una bolita de helado que ayuda a mi digestión.
En cuanto pasan los días de frío. Sobre todo cuando llega el verano quien me conoce sabe que tomo litros y litros de Gazpacho, que dicen me sale muy rico. A media tarde si no tomo fruta me he aficionado al té verde con menta que como muchos sabéis es un fantástico antioxidante. Suelo comer carne al menos un día a la semana al igual que el pescado, y mucha verdura pasada o entera, simplemente al vapor.
Me falta daros una receta para tener la sensación completa de ser hoy un poco Elena Santonja, la del mítico programa “Con las manos en la masa”, pero es que la buena alimentación es fundamental. Además ya que tenemos la suerte de tener una gastronomía en España, rica y única, unos productos naturales de primera división y sobre todo esa dieta mediterránea conocida e imitada en el mundo entero… ¿La vamos a despreciar copiando costumbres de comida rápida, por ejemplo?. Otro “remedio” para la buena figura que he descubierto hace poco. Un mínimo de tres noches a la semana me tomo para cenar medio kilo de fresas. 🙂 Nunca es tarde para descubrirlas. ¿Sabíais que las fresas tienen más vitamina C que las naranjas o que el 80% de su contenido es agua? Al margen de ser sabrosas, son muy diuréticas y ayudan a mantener a nivel el colesterol. Salud y sabor. Probadlo.
Desde que tomé la costumbre de hacer las cenas muy ligeras me siento mucho mejor. Otras veces alterno las fresas con algo que me gusta mucho un vaso de leche fría (o con alguna marca de cacao) y otra vez el sabroso pan con aceite. Esto si estoy en casa, claro. Si me pilla la cena fuera siempre algo muy ligero. Insisto, en cuanto os acostumbréis a no ir al sofá o a la cama con demasiada comida en el cuerpo, no solo vuestro cuerpo, también vuestra mente se sentirá mejor.
Juntemos todo esto a lo que comentamos estos días pasados, de cuidar la respiración, caminar o un poco de ejercicio… y ¡ a viajar por los días que la vida nos regala sin tantas ataduras a la báscula, sin perdernos nada de las cosas buenas, entre las que está disfrutar de la gastronomía! 🙂
Para despedirme, un consejito más, quiero recomendados hoy algo que descubro este verano para l@s que no se quieren entretener después de la ducha.
No os dejéis engañar por “dietas milagro”, el “milagro” es tener en nuestros mercados tanto producto sano y de calidad, el “milagro” es tener esas recetas de las madres o de las abuelas que tanta positividad nos han transmitido a través de la comida. El “milagro” es que en lo más sencillo y cercano esté la clave de lo que en ocasiones buscamos afuera.
Espero que vuestra última semana de febrero sea única. La primavera está llegando. 🙂
Enterada comer sano lo mejor y de cuchara que me encanta un beso Remedios
Que buenos consejos nos das!
Espero con ansia cada semana tu post
Es el más original, diverso y enriquecedor q hay actualmente en España
No nos dejes nunca!
Feliz semana remedios
Me encanta un blog buenisimooooooooo,tq bs
Me encanta la cuchara y me encanta tu blog!!! Tb espero todos los lunes para leerlo y descubrir algo diferente!!!!!;-)
Muy interesante el comentario sobre todo lo buenas que son las comidas de cuchara.yo suelo hacer bastante a mi familia les gusta mucho y ya sabes que por ellos hacemos lo que sea.gracias por todo guapaaaaaa.besetssssss.
Muchas gracias Aurea. Nada como la comida casera. 🙂
Hay que ver lo que te cuidas. Si es que es normal, la belleza siempre gusta y la salud es lo que importa. Espero que saques un ratito para mi y me cuentes tus secretos para ser siempre tan joven. Pareces tan joven que aunque cumplas años y llegue el dia te cueste más dinero las velas que la tarta, siempre saldrás con una belleza primaveral……
Aquí me tienes Javier
Me ha encantado este post!!! Qué razón tienes al decir que no nos dejemos engañar por las dietas milagros…Que lo importante es cuidar nuestra alimentación y hacer ejercicio para estar sano.
Tomaré nota de tus consejos!!!
Un beso enorme
http://www.pinkerplease.com
Gracias. Ya entré en tu web 🙂
Qué razón tienes Remedios, nada como el cuchareo. Qué buenas ideas me has dado, me encanta tu blog. Un beso boquerón!
Muy buen post Remedios, tienes toda la razón del mundo. Comer bien es comer sano y las cantidades adecuadas para nuestro cuerpo. Y nada de dietas milagro, que ademas de no servir para nada encima te estropean por dentro. Un besazo guapetona!!!
Muchas gracias Olga. La cuchara es el legado de nuestras madres, esas que de una cebolla y una
Patata hacían un guiso. Las tradiciones son por algo. Gracias por tu comentario.
Me gusta mucho tu blog, y también como muchos garbanzos lentejas y judías, pues me encantan y me parecen super sanos. También como carne y pescado una vez a la semana.
Enhorabuena por tu blog, es muy interesante lo que nos dices. Que ganas tengo de probar ese gazpacho que hacéis los andaluces.