Sobre mi paisano, Pablo Ráez, mucho se ha escrito antes, durante y después de que nos golpease la noticia de su fallecimiento. Palabras seguramente con más belleza y fuerza que la mías han elogiado ya su lucha, su coraje, su testimonio, su ejemplo, su aportación a concienciar sobre la leucemia y en la importancia de hacer donaciones de médula.
Pero no puedo, ni quiero dejar de aportar mi pequeño grano de arena en la inmensidad de la red para que su maravillosa lección de vida se difunda y lleve, cuanto menos, a la reflexión.
Hemos hablado en muchas ocasiones en este blog sobre la importancia de la actitud, también sobre “remedios” para recargar energías y sobrellevar los pequeños o grandes problemas; la rutina, la menopausia, la falta de empleo, la enfermedad..
Aunque todos sabemos que la actitud es fundamental ante cualquier circunstancia de la vida (compartimos fotografías y frases motivadoras en las redes o en los grupos de whatsapp con frecuencia)… se nos olvida al más mínimo tropiezo. Es decir; nos enfadamos si esta no produce el resultado que queremos. ¿Tanta lucha y tanto esfuerzo para qué?
Los últimos días de Pablo Ráez, fueron su más importante lección de vida. Mantener vivo el mensaje positivo a pesar de que ya sabía que entraba en una fase negativa y poco esperanzadora. Lección de vida cuando asumiendo el final pidió a su gente :
“Tenéis que seguir queriéndoos. Tenéis que estar contentos, hacer las cosas que queréis hacer en la vida y manteneros unidos”
Ningún reproche, ningún mensaje de derrota. Era consciente, en su grandeza, de que su testimonio había conseguido muchos logros, muchos objetivos.. aunque no tuvo el colofón positivo que él y todos hubiésemos querido.
Recordaba Javier Negre en el Diario El Mundo, uno de los mensajes que ahora estremece y conviene recordar ;
«Ánimo a todas las personas que estéis en una dura batalla, ánimo a todas las familias que estéis pasando una dura batalla, ánimo a los que hayáis perdido a un ser querido, todo pasará y todo llegará. La muerte forma parte de la vida por lo que no hay que temerla sino amarla».
Sigamos pidiendo a nuestros gobernantes que inviertan en investigación médica, sigamos contribuyendo a promover la solidaridad de ser donantes de órganos, a fomentar la actitud positiva ante las enfermedades.. pero no olvidemos la más importante lección de vida de Pablo Ráez.
No quiero despedirme de vosotros sin unirme a los dos llamamientos que identifican a Pablo Ráez; #DonaMédula #SiempreFuerte
Hola Reme!
Triste noticia la partida de Pablo . Un joven digno de admirar. Fuerte ?, muy fuerte,luchador y con una generosidad indescriptible.
El se ha ido , pero ha dejado un legado y una lección de vida . Gracias a su llamamiento para donar médula , se van a salvar muchas vidas , y eso es gracias a ÉL.
Nunca olvidaremos su sonrisa y «siempre ? »
D.E.P.
Pues si Remedios, tienes toda la razón, este chico nos ha tocado la fibra a todos, han sido muchos los mensajes y las fotografías que ha subido a las redes y de alguna manera todos nos aferrábamos a que ocurriera un milagro y consiguiera ganar esta lucha que al final no pudo ser. Me quedo con eso, con su actitud, con esa sonrisa tan bonita que nos transmitía esperanza y sobretodo con su mensaje, ya sabes que yo estoy pasando por una situación parecida, si bien, no puede compararse. Pero después del varapalo que recibimos cuando el famoso doctor Cavadas nos dijo que no había nada que hacer, ( yo que tenía tanta admiración por este médico y tuve que conocerle para decirme que mi padre va a durar muy poco) decidí que había que cambiar el chip, y tener actitud, y en esas estamos. La muerte forma parte de la vida, por lo tanto cada momento que tengamos debemos aprovecharlo de la mejor manera. Y ojalá algún día se pueda decir que la medicina ha ganado la guerra a esta cruel enfermedad. Feliz día ????
Hola Remedios,
Gracias por dedicar estas palabras a Pablo. Realmente ha conseguido cambios en la vida de muchas personas con sus palabras. Mi sobrina de 8 años por ejemplo le admira mucho, ve ahora la muerte de otra manera y tiene el «siempre fuerte» en la boca. Yo voy a intentar un cambio en mi trabajo para poder poner mi humilde granito de arena en esa terrible enfermedad. La viví de cerca en mi adolescencia, cuando a mi mejor amigo le diagnosticaron leucemia y falleció finalmente con 19 años. Eso marcó mi actitid hacia la vida como espero le pase a mucha gente con la palabras de Pablo. Y es que mi amigo tenía esa misma actitud.
Un abrazo,
Eva Sanz